La obra engrosa esa línea del trabajo de Glenda León que constantemente explora y descubre la belleza en la vida cotidiana, en la que gestos simples apuntan a la creación de nuevos significados. Este sentido de su arte, de asociaciones inverosímiles de objetos –cuya funcionalidad es devuelta en un todo completamente transmutado–, proviene de un estado de meditación y observación profundas del que se nos hace partícipes. Dosis diaria, realizada durante la etapa de cuarentena en Madrid y sin dudas signada por la percepción que la artista tiene del tiempo, logra capturar un breve instante de poesía, un momento de delicado equilibrio o sincronía perfecta entre elementos, complementado por el título que la creadora ha incorporado como parte de la representación.

This works inscribes itself in that line of Glenda León’s work that constantly explores and discovers beauty in everyday life, in which simple gestures aim to the creation of new meanings. This sense of her art, of implausible associations of objects –whose functionality is reverted into a completely transmuted whole–, comes from a state of deep meditation and observation in which we are also participants. Daily Dose, carried out during the quarantine stage in Madrid and undoubtedly marked by the artist’s perception of time, capture a brief instant of poetry, a moment of delicate balance or perfect synchrony between elements, complemented by the title that its creator has incorporated as part of the representation.